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Curundú: marcado por la violencia
Curundú se creó en 1971 mediante el Acuerdo Alcaldicio 235. (Foto: E. Marciscano y E. Barrios / EPASA)

Carolina Sánchez P. | DIAaDIA

Una comunidad que permanece las 24 horas del día despierta. El corregimiento de Curundú tiene 19,019 habitantes, conformado principalmente por campesinos e indígenas que migraron de Darién.

Esté lloviendo o haga sol, hay constante movimiento en las calles; se observa a la señora que vende chances clandestinos, para llevar el sustento a su casa; el señor con un balde de bollos en sus hombros, niños jugando en las calles y otros que duermen de día y están despiertos en las noches.

Pero en medio de un ajetreado día, las balaceras entre bandas rivales y las riñas callejeras son constantes y afectan a este barrio popular en la educación, asistencia médica, economía informal y hasta en el funcionamiento de los comedores infantiles. Pese a esto, cuando se escuchan las detonaciones, muchas personas se detienen, otras corren hacia sus casas, pero minutos después el movimiento sigue.

PANDILLEROS

No es para menos, si en el sector del Curundú se estima que operan cinco pandillas que protagonizan sus balaceras, porque pelean por drogas o por el "control del territorio".

Entre las bandas se destacan: Matar o morir, Los niños de la tumba fría, Los Bananines, Los Sagrados y Los Kris Kros.

Como el corregimiento de Curundú es grande, ellos se han dividido el territorio, puesto que existen 20 sectores como: La Primavera, Brooklincito, Viejo Veranillo, Cabo Verde, Llano Bonito, Multimunicipales, Barracas Relleno, Renovación Urbana, Sector M, Sector S, Metropol, El Águila, Nuevo Tívoli, El Triángulo, Santa Cruz, Edificios Hortensias, Patio Rochet, La Isla, los edificios Salomones y Transporte y Talleres. Para los moradores, este último sector es el menos peligroso.

CENTRO DE SALUD, BAJO AMENAZA

El personal médico y administrativo del centro de salud sigue atemorizado desde enero, cuando una trabajadora social fue baleada en el glúteo a las 3 de la tarde.

Desde ese momento solicitaron a las autoridades de Salud un muro perimetral, cambiar la entrada hacia la Frangipani, un bus que saque a los funcionarios, más seguridad. De acuerdo con un funcionario que pidió reserva de su identidad, luego de las paralizaciones de funciones hace un mes, les pusieron el bus por 4 días y los dejaba en la parada del Mercado de Abastos, pero no ha ido más. Tienen 3 policías custodiando el centro de salud que está en una zona roja.

AYUDA

Dentro de la comunidad hay organizaciones que se dedican a ayudar a los niños y jóvenes. Tal es el caso del Comedor de la Iglesia El Shalom, en donde preparan comida para más de 50 niños de escasos recursos económicos.

Para la pastora Digna Murillo, lo que más afecta es el desempleo, porque si los jóvenes tuvieran qué hacer no hubiera tanta violencia. Muchos de los pandilleros asisten a los cultos y no se meten con los asistentes, pero no saben cuánto durará ese respeto.

En Curundú también está Casa Esperanza, donde brindan atención integral a niños y adolescentes como: nutrición, apoyo en salud, educación y reforzamiento en el área de los adolescentes, de tal forma que no se vean influenciados por la violencia.

Angélica La Vitola, directora regional de Casa Esperanza, dijo que en Curundú hay mucho talento y que los niños tienen la meta de salir adelante. Desde hace 15 años Casa Esperanza se instaló en el barrio, ya que los estudios indicaban que había el riesgo de niños que trabajan en la calle.





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