Esa cabellera blanca es, sin duda alguna, el concurso más tierno de la televisión panameña, y es que año tras año este magno evento plasma que el rol de las madres no tiene límites.

Esta vez, al igual que en las anteriores, 10 madrecitas de toda la república nos enseñaron que querer es poder, que la lucha por sacar adelante a su familia en cualquier situación se puede lograr. Desde parteras, tamaleras, agricultoras y hasta educadoras encontramos en esta edición denominada: "Madre, pilar de la familia".

Estas historias realmente hicieron reír, gritar, sonrojar y hasta llorar, cada una con un mensaje positivo, dignas de un libro.

No faltó esa madre que confeccionó gorritos, mantelitos para colaborar con la medicina de su hija, o aquella que, en la actualidad, hasta cría sus bisnietos, esa que es el pilar de sus hijos profesionales, esa que todo un pueblo la quiere como una virgen, eso no faltó, pues en Panamá hay madres que merecen el cielo.

Amigos, les podemos decir que éste es un evento que muestra la verdadera belleza, la interior y la que pueden encontrar en todas estas madrecitas. Por eso es que siempre queda claro que todas estas madres son reinas de su familia, de su pueblo y, por qué no, de Panamá.

Pero, como en todos los concursos, siempre hay una triunfadora y este año la que escogió la flor ganadora fue Guadalupe Hernández, de Darién.