Sus ideas las tiene claras. Llegar a tener una boutique de ropa es su objetivo. Para lograrlo, Rafael Antonio Brown James, de 34 años, se encomienda a Dios para que le dé fuerzas para seguir vendiendo ropa de marcas en una mini boutique que montó en la esquina de Calle "O", Calidonia.

Con mucho esfuerzo y con la ayuda de sus padres, logró invertir para poner este negocio. De pequeño siempre fue su deseo, ahora quiere tener la oportunidad de montar su almacén, y si es posible, asociarse con un inversionista que crea en su propuesta. Brown fue modelo de ropas para dos compañías distribuidoras y en base a esa experiencia considera que puede triunfar como empresario.

Su deseo, además, es ser un ejemplo para la juventud actual, en el sentido de que no hay excusas para delinquir cuando cada quien puede salir adelante con un poco de esfuerzo.

Rafael se considera un microempresario. Él se inició en un local en calle 1, Chanis, pero debido a la situación económica las ventas cayeron y no pudo seguir pagando la mensualidad.

Pero Rafael hizo como Lázaro cuando siguió el consejo del Señor, se levantó y siguió con su idea en mente. Hasta ahora tiene 7 años en el negocio de la venta de ropas de marcas muy reconocidas a nivel internacional, que compra aquí en Panamá y también le mandan sus padres de Estados Unidos. Vende perfumes, prendas y zapatos. Las ventas han decaído mucho. Lo importante es que con este trabajo ha logrado mantener a su familia, compuesta por sus dos hijos y cónyuge.

Su trabajo no es fácil. Al estar al aire libre se expone a los fuertes rayos del sol o a los intensos aguaceros, lo que le obliga a recoger su mercancía para que no se dañe. Desde las 7 de la mañana empieza a laborar y a veces termina a las 10 de la noche.

Hay días que se va a su casa sin hacer una sola venta. Cuando eso pasa, Rafael agradece a Dios por darle vida y salud, y al día siguiente vuelve con más ganas a vender.

Espera que las ventas en este puesto mejoren, a fin de ahorrar dinero para montar su tan deseada boutique de ropa.