Los encajes que llevaba la pollera eran hechos artesanalmente por las damas, se confeccionaban con una serie de doce palitos y sobre un rodillo; este encaje lleva el nombre de mundillo. La mayoría de las mujeres interioranas dedicaban mucho tiempo a la confección de estos encajes, ya que eran el toque especial de las polleras. Los modelos los hacía la persona al tiempo que los tejía, podían ser flores, mariposas y otros.
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