Muchos jóvenes se rinden ante el primer no, tomando el fácil camino de la delincuencia; pero muchos otros, como Rodolfo Crespo, deciden utilizar sus energías para lograr, por sus propios medios, sus metas.

Rodolfo es un joven de 28 años que creció en un barrio difícil, donde los malos consejos están a la orden del día; sin embargo, ha tratado por todos los medios de encontrar el éxito a través de los valores y el trabajo honrado. Entre otras cosas, Rodolfo ha sido malabarista, zanquero, arlequín y payaso, y aunque siempre sintió el temor de que alguien llegara a burlarse de él, jamás desistió de su trabajo. "La primera vez me daba pena que me vieran, pero ahora mis amigos me piden que les dé trabajo", explicó. Este chico, quien vive con su mamá y hermanas, ayuda con lo que gana a su familia, y justo en estos días ha decidido trabajar más duro para sacar los regalitos del Día de la Madre y Navidad.

Pero su mundo no se limita al entretenimiento y los malabares únicamente, pues Rodolfo actualmente está estudiando reparación de computadoras, y espera el próximo año incursionar en el mundo de las artes culinarias. ¡Sí! Rodolfo quiere ser Chef.

Cuando le preguntamos de qué depende el éxito de una persona, sin pensarlo, este joven arlequín respondió que de la seguridad que uno tenga de sí mismo. "Si tú mismo te pones la barrera, entonces ya perdiste", afirmó.

Con respecto a las cosas que jamás haría, el joven respondió que nunca haría algo que lo llevara a la destrucción, "cosas que no vayan acorde con los valores jamás las haría... trabajar honradamente, eso sí lo haría".