Hay que aprender de todo en la vida. Empezó el arte de la tarjetería, a través de una amiga que le enseñó. Poco a poco, Marisabel Trujillo se fue perfeccionando, hasta tomar un curso de tarjetería calada, en donde aprendió nuevas técnicas.
Aunque se desempeña en una institución del Estado como una eficiente secretaria, ha logrado otros ingresos por medio de la confección de tarjetas, certificados de graduación y la decoración de árboles de Navidad.
Su trabajo es reconocido. Lleva 10 años de estar haciendo certificados de graduación a importantes entidades, como Oxford Internacional, Colegio de Contadores, Guillermo Andreve y Fernando De Lessep.
Las tarjetas caladas de Marisabel tienen un fino acabado, que no pueden ser sustituidas con las de tipo comercial que se hacen en serie. Por eso, las prefieren para ocasiones especiales, como matrimonios, graduación, Navidad, Baby Shower y Primera Comunión.
"Esto me ayudó mucho en los 4 años que estuve sin trabajar, aunque lamentablemente, sólo hay una Navidad y un período de graduación. Pero siempre hay quien manda a hacer sus tarjetas y es una forma honesta de ganarme la vida", acotó.
Ella está convencida de que un diploma no lo es todo, y siempre hay que aprender algo con las manos para lograr un ingreso de forma independiente, "y si no tienes un trabajo, tienes con qué sobrevivir".
ECONOMICO
Los precios de las tarjetas oscilan entre B/. 1.00 y B/. 1.50, dependiendo de qué pida el cliente.
|