La celebración de este día, es una dicha que no todos pueden disfrutar. Mientras hay madres e hijos que comparten abrazos e historias, hay otras que tratan de superar pérdidas.
Los recuerdos de una tragedia, acompañan a Markelis Morales, madre de 42 años, que hace 8 perdió a sus dos hijos. La dura historia de Markelis se inicia cuando una gran depresión, opacó sus esperanzas y ganas de vivir. Esta madre soltera, trabajaba en la DIMA, y trataba de dar todo a sus retoños.
Para ello, dedicaba sus horas libres a vender artículos varios. Con su esfuerzo, había logrado matricular a sus hijos en escuela privada, y a pesar de las carencias, trataba de echar para adelante con ellos. Las amenazas y maltratos psicológicos de su ex pareja, la atormentaban, hasta que todo llegó a un punto donde la razón no cabía y la depresión llegó a hacerle mala compañía. "La situación en la que vivía me llegó tanto, que me desconecté del mundo, ya yo no atinaba a nada, me sumí tanto en mis problemas que no pude salir", cuenta Markelis, quien un día sin comprender lo que hacía, envenenó a sus dos hijos e intentó quitarse la vida.
Por este crimen, Markelis se encuentra cumpliendo una condena de 20 años, en el Centro Femenino de Rehabilitación. Y aunque lo más difícil ha sido perdonarse a sí misma, fue una carga igual de pesada tener que someterse a los juicios de conocidos, familiares y compañeras del penal, quienes al conocer su historia le dieron la espalda. Tratamientos psicológicos y los libros de superación y motivación que le ofrecieron durante su estadía en el centro penal, la han ayudado a comprender su situación: "mi error fue haberme encerrado en mi propio problema y no haberlo compartido con nadie; si lo hubiera hecho, posiblemente todo habría sido distinto", expresa. Hoy, en el Día de las Madres, Markelis recuerda ese noble sentimiento: "Yo no he dejado de ser madre, y gracias le doy a Dios de que ese sentimiento siga allí. Hago uso de él en algún momento que alguien lo necesita; una vez que uno da a luz, esa experiencia tan bella, tan bonita queda dentro de tu corazón y de tu mente".
Markelis exhorta a todas las madres que aún tienen la oportunidad de tenerlos cerca, que aprovechen su tiempo. "Lo más grande es que este sentimiento de madre no ha salido de mi corazón y yo creo que con mi historia voy a ser muy útil".
ARREPENTIDA
Con lágrimas, Markelis pide perdón a Dios y a la humanidad, pues comprende que sus hijos habrían podido estar con ella en estos momentos.
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