El fuego consumió dos barracas. (Foto: Carlos Ortega, Viola Guevara y José Ruíz / EPASA)
Milagros Murillo F.
| DIAaDIA
¿Hechizo? Nuevamente las llamas se apoderaron de Curundú, cuando ayer y aún sin saber la causa, unos 80 cuartos de las barracas de El Relleno ardieron en llamas con todo lo que había dentro.
Hoy es un día negro para esas madres que vieron sus esfuerzos de años vueltos cenizas y, no es para menos, pues como contó la señora Gladys Bello, fueron muchas las personas que sólo pudieron salvar sus vidas, ya que de lo material nada quedó. "Tremendo Día de la Madre", expresó, mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.
El panorama no era nada agradable, pues los rostros de preocupación y tristeza invadían a los residentes que veían al personal del Cuerpo de Bomberos luchar contra el fuego que se resistía a ser apagado. Las viejas maderas eran consumidas por las llamas casi instantáneamente y con ellas, las esperanzas de las personas de salvar su humilde hogar.
¡MI HIJO!
Todos trataban de ubicar a sus familiares para corroborar que estuvieran bien. Así fue como alarmada Leslie Paz buscaba desesperada a su hijo Jahir, de ocho años. La voz se corrió por todo el lugar, las personas temían lo peor, pero gracias a Dios y tras buscar por más de media hora, el niño apareció sano y salvo.
Un fuerte abrazo los unió y aunque Leslie, Jahir y sus dos hermanitos quedaron sólo con la ropa que llevaban puesta, agradecieron que pudieron salir ilesos de la tragedia.
Y es que por fortuna no hubo víctimas fatales ni heridos. Personal del centro de salud comunicó que tres hombres y una mujer, todos mayores de edad, fueron atendidos por inhalación de humo.
INCONVENIENTES
Los fuegos en Curundú se han vuelto constantes y cada vez que ocurren, los bomberos enfrentan el mismo problema. El mayor Esteban Mesina explicó que el principal obstáculo que enfrentaron fue la baja presión del agua y aunque el IDAAN la subió, se hacía escaso para la magnitud. Además, las personas de la comunidad, en el afán de querer ayudar, a veces entorpecen la labor de los camisas rojas, pues en este caso bajaron las mangueras de los bomberos.
Explicó que se necesitaron seis vehículos de extinción para controlar el siniestro.
ALBERGUE
Senén Mosquera, representante del corregimiento, explicó que las familias estarán albergadas provisionalmente en la cancha del sector y los demás con sus familiares hasta que se coordine otro sitio.
EN CIFRAS
261 damnificados, de ellos: 116 son niños, 135 adultos, 13 lactantes, cuatro indigentes y dos embarazadas.