Las madres de Malambo sirven con mucho entusiasmo. (Foto: Erick Marciscano / EPASA)
Milagros Murillo F.
| DIAaDIA
Eran las 5: 30 p.m. cuando llegamos a la casa de la señora Vicenta Ríos, quien vive junto a sus hijas Belladira, de 19 años y Carolina, de 11, en el sector conocido como "la vuelta de Don Bosco", en Samaria.
Con las manos aún enjabonadas por la ropa que lavaba, abrió amablemente las puertas de su humilde casa a la inesperada visita, para contar cómo transcurren sus días luchando por el bienestar de sus niñas.
Carolina aún estaba pequeña cuando Vicenta decidió enfrentar la vida sin una pareja al lado. Desde ese tiempo ha aprendido a ingeniárselas para criarlas y pagar sus estudios. Ella no sabe lo que es tener un trabajo estable, pero conoce perfectamente lo que es luchar sola con sus hijas.
No es extraño verla en el Mercado de Abastos comprando sacos de naranja o de alguna fruta de temporada para vender, pues "siempre he vendido mis cositas. De allí sacaba para los gastos de la escuela y el pasaje de ellas y mío", dijo.
Su hija Belladira ya se graduó y aunque empezó una carrera universitaria en Trabajo Social, tuvo que dejarla para laborar y apoyar con los gastos del hogar. Y es que las tres son más que madre e hijas, pues se han vuelto amigas inseparables. Pero esto no basta para suplir las necesidades de la vivienda, ya que que con las constantes lluvias el terreno donde está construida la casa de madera y zinc está cediendo.
Luego de una inspección que realizara SINAPROC se determinó que vivir allí es un peligro, pero Vicenta y sus hijas no tienen otro lugar para dónde ir y hace ya una semana esperan que personal del Ministerio de Vivienda (MIVI) haga otra inspección para apoyarlas.
Cada vez que llueve la preocupación las invade, la tierra empieza a derrumbarse y con ellas la esperanza de tener una vivienda que les brinde seguridad y protección.
El Día de las Madres para Vicenta Ríos quizás no esté lleno de grandes regalos, pero se conforma con saber que sus hijas están bien, pues asegura que no quiere que pasen los trabajos que ha enfrentado para sacarlas adelante. "Yo les digo que se cuiden, que estudien y que no estén con desorden en la calle, porque se pueden buscar problemas", expresó, mientras pelaba unas naranjas para regalarle a quienes la habían ido a entrevistar.