Una noche para los que les gusta la música con sentido. El concierto de Rubén Blades y Calle 13, Homenaje a las Madres, estuvo a su máxima capacidad, y es que pocos se quedaron con las ganas de ver, escuchar y bailar con estos artistas, que tienen mucha sazón, ya que en sus venas corre la sangre del pueblo.

Con un escenario digno de las grandes ciudades, Rubén Blades hizo su aparición con su legendario grupo los Seis del Solar.

Su vestimenta, como siempre sobria, contrastaba con su barba blanca y clásico sombrero.

Para complacer al público seguidor de su música, cantó el Padre Antonio y su monaguillo Andrés, que forma parte de su producción Buscando América y la gente la coreó.

A esa altura el llamado poeta de la salsa envió un saludo a todas las madres y le dio un homenaje póstumo a aquellas que ya no se encuentran con nosotros, sino que comparten el cielo con el Creador, como es el caso de su mamá Anoland y su abuela Emma.

Y esa no fue su única intervención, pues Rubén no dejó de hablar con su público, y hasta le pidió a todos que no se llevaran solo por los alegres sonidos, sino que apreciaran también la letra.

De allí en adelante se escucharon temas tan sonados como Amor y control, Buscando guayaba, Plantación adentro, Ligia Elena y Decisiones, de la cual comentó que en 1984, Manuel Antonio Noriega prohibió que la tocara en Panamá.

El público ubicado en los puestos VIP les faltaba calor, en cambio el público que estaba en el área general, quizás por estar de pie, sí la “tripeó”, porque fueron los que se desbordaron y lo gozaron en grande.

Para dejarlos picados, mañana les seguiremos contando qué fue lo que aconteció en el resto del concierto de Blades y cómo quedó la presentación de Calle 13, que por cierto fue buenísima.