
Un alma bondadosa que da cariño a quien sea.
Foto: ROBERTO BARRIOS
Un alma bondadosa que da cariño a quien sea.
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Un alma bondadosa que da cariño a quien sea.
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Un alma bondadosa que da cariño a quien sea.
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Un alma bondadosa que da cariño a quien sea.
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Un alma bondadosa que da cariño a quien sea.
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Un alma bondadosa que da cariño a quien sea.
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Madre de cuatro, madre de todos. Así muchas personas catalogan a la gran Ada Ruíz de Guevara, una mujer cuyo amor de madre no se circunscribe a sus consanguíneos, sino a cientos de niños, carentes de múltiples recursos, orientación y uno que otro ausente de cariño.
Ruíz, desde hace años es cristiana, es madre de cuatro hijos que son adultos y profesionales. Ella asegura que los tiempos han cambiado y que antes los valores estaban más presentes en las casas. Por muchos años, laboró en el Ministerio de Hacienda y Tesoro, mientras que su esposo, que ha estado con ella durante 39 años, laboraba como sastre. Siempre le inculcó a sus hijos la importancia del amor a Dios sobre todas las cosas.
Ayuda a los demás
Desde hace cinco años, su esposo, quien es pastor junto a amigos cercanos, instauraron un espacio dentro de la comunidad de El Valle de San Francisco, en Kuna Nega. Allí todos los domingos los niños acuden a buscar refrigerio y a escuchar la palabra de Dios y por medio de la lectura sabia aprenden sobre los valores, el amor por los demás y la importancia de la educación.
Los niños la adoran y no hay duda de que ven en su rostro esa figura materna y angelical que pese a las adversidades, ve en ellos la esperanza de convertirlos en profesionales.