
Carmela, quien padece de cáncer, no tiene mejor consuelo que su hija Carolina.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Carmela, quien padece de cáncer, no tiene mejor consuelo que su hija Carolina.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Carmela, quien padece de cáncer, no tiene mejor consuelo que su hija Carolina.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Esta visita a las pacientes me ha parecido excelente, ya que ellas necesitan de cariño y amor”.
Hilda Batista
“Todo me ha parecido muy bonito; yo soy paciente de cáncer y le doy gracias a Dios que me tiene con vida”.
Damaris Chávez
“Por 17 años FundaCáncer lleva alegría a las madres en el ION, para que no se sientan tristes y tengan ganas de luchar por su vida”.
Magalys Morales
Las pacientes recibieron rosas.
Carmela, quien padece de cáncer, no tiene mejor consuelo que su hija Carolina.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Esta visita a las pacientes me ha parecido excelente, ya que ellas necesitan de cariño y amor”.
Hilda Batista
“Todo me ha parecido muy bonito; yo soy paciente de cáncer y le doy gracias a Dios que me tiene con vida”.
Damaris Chávez
“Por 17 años FundaCáncer lleva alegría a las madres en el ION, para que no se sientan tristes y tengan ganas de luchar por su vida”.
Magalys Morales
Las pacientes recibieron rosas.
Carmela, quien padece de cáncer, no tiene mejor consuelo que su hija Carolina.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Esta visita a las pacientes me ha parecido excelente, ya que ellas necesitan de cariño y amor”.
Hilda Batista
“Todo me ha parecido muy bonito; yo soy paciente de cáncer y le doy gracias a Dios que me tiene con vida”.
Damaris Chávez
“Por 17 años FundaCáncer lleva alegría a las madres en el ION, para que no se sientan tristes y tengan ganas de luchar por su vida”.
Magalys Morales
Las pacientes recibieron rosas.
Carmela, quien padece de cáncer, no tiene mejor consuelo que su hija Carolina.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Esta visita a las pacientes me ha parecido excelente, ya que ellas necesitan de cariño y amor”.
Hilda Batista
“Todo me ha parecido muy bonito; yo soy paciente de cáncer y le doy gracias a Dios que me tiene con vida”.
Damaris Chávez
“Por 17 años FundaCáncer lleva alegría a las madres en el ION, para que no se sientan tristes y tengan ganas de luchar por su vida”.
Magalys Morales
Las pacientes recibieron rosas.
Carmela, quien padece de cáncer, no tiene mejor consuelo que su hija Carolina.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Esta visita a las pacientes me ha parecido excelente, ya que ellas necesitan de cariño y amor”.
Hilda Batista
“Todo me ha parecido muy bonito; yo soy paciente de cáncer y le doy gracias a Dios que me tiene con vida”.
Damaris Chávez
“Por 17 años FundaCáncer lleva alegría a las madres en el ION, para que no se sientan tristes y tengan ganas de luchar por su vida”.
Magalys Morales
Las pacientes recibieron rosas.
No se rinde. Hace un año la vida de Carmela de Martínez, de 43 años, cambió cuando se le detectó cáncer pulmonar; su familia y ella han sufrido mucho, pero desea que Dios le dé vida para por lo menos llegar a ver a sus dos hijas menores de edad convertirse en profesionales.
En El Veladero de Tolé, provincia de Chiriquí, es donde residía Carmela junto a su esposo Milciades Martínez y sus seis hijos, pero ella tenía que trasladarse con frecuencia a la ciudad capital para recibir quimioterapias en el Instituto Oncológico Nacional (ION), lo que representaba gastos de 40 dólares en pasaje de ida y vuelta, razón por la cual decidieron mudarse a El Pedernal de Chilibre.
Los médicos le han diagnosticado un cáncer agresivo, que la ha hecho derramar lágrimas con su amada hija Carolina Espinoza, de 16 años, quien no se le despega; la joven desde que conoció del padecimiento de su madre hace un año, prometió no cortarse el cabello para donarlo a finales de 2012, con el objeto de que se haga una peluca a los niños que padecen de la enfermedad.
Su hija más pequeña, Karen Espinoza, de 13 años, ha tenido que abandonar la escuela este año debido a la mudanza.
Ayer, las damas que se atienden en el ION igual que Carmela, recibieron la visita de miembros de FundaCáncer, que con música típica recorrieron todas las salas y regalaron golosinas y rosas a las nobles pacientes, por motivo del Día de la Madre.