Se juraron amor eterno
Entró de la mano de su nieto José. (Foto: Aquilino Pérez y Josué Arosemena / EPASA)

Milagros Murillo F. | DIAaDIA

Nunca es tarde cuando la dicha es buena. Esta frase les queda como anillo al dedo a los ahora esposos ante Dios y la Ley, María Luisa Morales y Eugenio Rangel, quienes el pasado 7 de diciembre se juraron amor eterno en la parroquia San Judas Tadeo.

Y es que a pesar de que han vivido juntos los últimos 61 años de sus vidas, no se habían casado, pese a que éste era su principal sueño.

Distinta a esta historia de amor, el año pasado, mientras 10,747 parejas se estaban casando, 2,866 se divorciaban, de acuerdo a las estadísticas de la Contraloría General de la República.

Siendo la provincia de Panamá el lugar donde más personas se casaron, las cifras se situaron en 6,402 y divorciados 1,770 parejas.

La edad de las personas que contraen nupcias está entre los 25 y 29 años. María Luisa y Eugenio rompen ese molde, ellos tienen 81 años y aun así decidieron formalizar su unión.

HISTORIA DE AMOR

"En un baile me la levanté", dijo el señor Eugenio, refiriéndose a la forma como se hicieron novios, mientras que un tanto apenada con los presentes, María Luisa le daba un golpecito en el hombro (pidiéndole respeto), pero al final todo terminó en risas.

Ellos, a sus 81 años, recuerdan claramente cómo se conocieron. Cuentan que fue en una fiesta que tuvieron en casa de unos amigos en común, de allí fueron un día a un baile en una sala llamada "El Rancho", que estaba ubicada en Avenida Ancón. Pero la conversación rápidamente fue cortada por María, quien afirmó: "Mentira, él me estaba chequeando".

En ese evento, de los Combos Nacionales, luego de bailar juntos se hicieron novios.

FRUTO DEL AMOR

Así fue como pasó el tiempo y se fueron a vivir juntos. De ese amor nacieron Vielka, María Elena y Edith, a quienes se les sumó María Luisa, primera hija de la señora María.

Por años esta pareja de "tortolitos" vivió en calle 18, El Chorrillo. Allí supieron darle un balance a la vida familiar con la vida en pareja, pues afirma Eugenio que todos los domingos viajaban a Colón a pasar un momento de esparcimiento.

LOS TRES INGREDIENTES

El amor, la comunicación y el respeto son el secreto para pasar una feliz vida en pareja, así lo describe la señora María, quien le lanza una mirada de coqueteo a su amado Eugenio.

Por otra parte, él asegura que, pasar tantos años al lado de María se ha debido a que "ya guindé los guantes, no tomo y dejé a las hembras".

Sin embargo, otro punto importante es la buena salud. Por lo que los esposos Rangel, aunque comen de todo, evitan tomar licor y duermen temprano. Pero eso sí, aprovechan el tiempo para bailar cuando pueden, pues reconocieron ser muy bailadores.

EL GRAN MOMENTO

La primera entrevista de los Rangel se la realizamos en su casa, horas antes de la boda. Ellos, aunque aseguraron no estar nerviosos, se mostraban un tanto inquietos y, sobre todo, ansiosos de que llegara el momento.

Y cómo no estarlo si su sueño de años estaba a pocas horas de realizarse, gracias a Dios y a su querido nieto José Ortiz, quien tres meses atrás les dio la sorpresa de que les había organizado la boda.

No hay duda que los Rangel son una bendición en la vida de José y él en la de ellos. Este joven asegura que sus abuelos son como sus padres, pues prácticamente lo criaron. Por lo que ahora, él siente que era un compromiso regresarles un poco de lo que tanto le han dado: amor de familia.

MAS VALE TARDE QUE NUNCA

José contó que fueron varios los inconvenientes que tuvieron antes de la boda. Primero, cuando cumplían los 50 años de vivir juntos, un familiar murió, por lo que se pospuso la idea. De allí, cuando decidieron nuevamente organizarla, otra familiar falleció, teniendo nuevamente que estancar todo, pero eso sí, sin olvidarlo.

Hasta que finalmente, y gracias a Dios, todo salió bien y el gran día llegó.

Primero se casaron por lo civil en su propia casa, el pasado sábado 1 de diciembre.

BENDICION DE DIOS

La ceremonia religiosa se realizó el pasado viernes 7. Vestida de blanco y del brazo de su nieto José, entró a la iglesia San Judas Tadeo en Campo Lindbergh, María Luisa Morales de Rangel. Ella, evidentemente emocionada, miraba cómo su querido Eugenio la esperaba ansioso en el altar.

La boda fue celebrada por el reverendo Antonio Zufía, quien según María, les dijo que tenían que tener mucha comunicación, tratarse bien y estar juntos en las buenas y en las malas.

"Mientras estaba en la iglesia sentí amor, felicidad y no me dio nervios", recalcó la señora de Rangel. Por tanto, su esposo admitió ponerse nervioso y que "casi se me quiebra el corazón porque mi hembra me aceptó, hay que darle cariño".

EMPEZO LA RUMBA

Así fue como después de la ceremonia religiosa, una sala esperaba a los nuevos esposos y sus familiares para celebrar a lo grande.

Como era de esperarse, ellos inauguraron la pista bailando un merengue, mientras que las fotos y los vídeos sobraban para recordar tan importante y grato recuerdo para todos.

Y allí los dejamos, felices, bailando, disfrutando de su sueño hecho realidad, de su nueva vida de casados, aunque la luna de miel fue un secreto no revelado.

SIGNIFICADO

Aunque algunas personas piensan que después de tantos años de vivir juntos no vale la pena casarse, para María y Eugenio esto no es así, ya que el tener la bendición de Dios era su sueño de toda la vida, era la parte que les faltaba para ser una pareja y familia completa.

Y así lo afirma el sacerdote Rolando Reyna, quien dice que el matrimonio por la iglesia tiene tanta importancia como lo es el orar, o el bautismo.

Agregó que la importancia no es tanto para la iglesia, sino para la misma pareja. Pues a las personas que no se han casado por la iglesia, "algo siempre les falta; no es que sean malas personas, sino que necesitan la bendición de Dios para complementarse".

Ahora a los esposos Rangel nada les falta, tienen a sus hijos, nietos y la bendición de Dios.

PREPARATIVOS

Fueron tres meses arduos de organización de la boda de los esposos Rangel Morales.

En esto se cuidaron los mínimos detalles, por lo que el costo total de la boda fue de unos 5 mil dólares.

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