Angelitos en la tierra. Eso era lo que parecían cientos de niños que realizaron ayer el sacramento de la Primera Comunión en distintas iglesias católicas de la capital.

Desde las 9: 00 a.m. se inició la misa tradicional en la capilla San Pablo Apóstol, ubicada en La Locería, donde por primera vez, fieles entre los 7 y 12 años recibieron el sacramento de la Eucaristía. Los niños, todos vestidos de blanco y sentados en la primera fila, esperaban con ansias poder disfrutar del cuerpo y la sangre de Cristo, representada en la hostia y el vino, respectivamente.

Los pequeños debieron participar primero, por año y medio, de clases de catequesis en las que aprendieron oraciones como: el Padre Nuestro, el Avemaría y el Credo.

En La Locería, una vez que los niños salieron de la ceremonia religiosa, efectuaron una procesión por los predios de la iglesia, en donde se empujaban la imagen de la Inmaculada Concepción de María. Luego, cada niño, junto a su familia, cantaron himnos de alabanza a Dios y a la Virgen María. Actos similares se hicieron en la iglesia de San José, en San Felipe y en la Basílica Menor Don Bosco.