Estimada Moza, soy una mujer muy luchadora, siempre me he caracterizado por ser independiente. Desde que tengo 24 años me independicé de mis padres, compré mi casa y mi carro, nunca he tenido problemas en mi trabajo y económicamente estoy muy bien.
Creo que todo eso me ahuyenta a los hombres, porque nunca he podido tener una relación estable con uno, no sé si es mi carácter, ya que no me gusta que me manejen como a un títere y las parejas con las que he estado siempre quieren controlarme.
Pero, bueno, en la última relación que estuve el hombre me trataba a las mil maravillas, al principio nos llevábamos muy bien. Salíamos todos los fines de semana, cuando me tenía que quedar hasta tarde en la oficina, él iba y me seguía detrás de mi carro hasta mi casa y a veces se quedaba conmigo.
Para no cansarte, mi trabajo me quita mucho tiempo, en ocasiones tengo que viajar al interior del país y al extranjero a veces por días, semanas y hasta meses; esta era la parte que a él no le gustaba tanto, ya que pensaba que yo le ponía los cuernos en cada uno de mis viajes, especialmente los que son al extranjero.
Mi pareja un día me dijo que quería que dejará mi trabajo, ya que él tiene un buen sueldo y puede darme todo lo que yo quiera o que cambiará de trabajo, pero como están las cosas de costosas yo no pienso hacerle caso.
Ahora estamos separados por un tiempo, porque me puso a decidir entre mi trabajo o él, lo amo mucho, pero no estoy dispuesta a dejar mi ritmo de vida y no sé qué hacer. Ayúdame.
Estimada lectora, lo que me dices es muy penoso, pues ese hombre no confía en ti. Eso está mal porque si realmente él te ama debe comprender tu trabajo. Amiga, en estos tiempos la situación no está para dejar ningún trabajo, así que lo mejor es que hables con ese hombre, si él te quiere, aceptará tu manera de vivir.
Si te pone trabas, es mejor que sigas tu camino sola, ya que las cosas se pondrán peor.