En el rostro de Ivette Martínez , se notaba la felicidad. Con alegría, daba las gracias a Dios por haberle permitido concluir el seminario de Belleza y Gestión Empresarial, con el cual tiene mayor oportunidad de salir adelante como empresaria.

Ella es una de las 57 mujeres que recibieron sus certificados por concluir el curso de belleza, que dictó la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (AMPYME), a través del programa de plantas móviles, el cual beneficia a mujeres de todo el país.

La Sra. Ivette es una de las tantas panameñas que con mucho esfuerzo ha salido adelante. Relata que hace cuatro años, sin un empleo fijo probó suerte como vendedora de "hot dog" y chichas en una carretilla en el área de Costa del Este.

"Después de vender "hot dog", probé suerte también en Costa del Este preparando y vendiendo tres platos de sopa, los cuales preparaba allí mismo. El negocio fue creciendo y quedé preparando alimentos para más gente", sostiene con mucho orgullo la Sra. Martínez.

Meses después, recibe la oportunidad de laborar en una empresa de sodas, donde permanece por unos meses, pero por compromisos religiosos tuvo que renunciar y abandonó el lugar de trabajo.

Más adelante, su esposo quedó sin empleo, y es cuando ella decide abrir un pequeño salón de belleza en El Dorado con los gastos de liquidación que le otorgaron a su pareja.

Junto a su hija, que sí es estilista, inicia su labor empresarial, pero al no tener conocimiento de la manera de cómo administrar este negocio, se encuentra con algunos inconvenientes, y es allí, donde a través de un anuncio publicitario en un medio impreso, se percata de los cursos que dicta la AMPYME a emprendedores como ella.

Esto es una bendición. Me encuentro mucho más preparada para salir adelante con mi salón de belleza, y más ahora, que tengo conocimiento de cómo administrar mi pequeña empresa", asegura.

Esta es una valiosa oportunidad que nos dan para seguir adelante. Yo aproveché, pero quiero que más mujeres como yo, tengamos la oportunidad de capacitarnos y poder emprender nuestro propio negocio, resaltó Ivette Martínez.

"Le doy gracias a Dios, por todo lo que me ha dado. La culminación de este seminario, demuestra lo grandioso que es y cómo está pendiente de nosotros", puntualizó esta beneficiaria.

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Esta panameña, que reside en Altos de Tocumen, también tiene otro compromiso que atender: su iglesia en Cabo Verde, donde atiende a jóvenes y adultos.