
Nataly ha demostrado que sus puños tienen poder.
Fotos Levi Cruz
Nataly ha demostrado que sus puños tienen poder.
Fotos Levi Cruz
Nataly ha demostrado que sus puños tienen poder.
Fotos Levi Cruz
Nataly ha demostrado que sus puños tienen poder.
Fotos Levi Cruz
Nataly ha demostrado que sus puños tienen poder.
Fotos Levi Cruz
Nataly ha demostrado que sus puños tienen poder.
Fotos Levi Cruz
Nataly ha demostrado que sus puños tienen poder.
Fotos Levi Cruz
Ante este ejemplo, se nos presenta hoy día, otra de las promesas del boxeo femenino, ella es Nataly Delgado, una chica veragüense que ha roto los estigmas de los prejuicios y se ha centrado en lo que más le apasiona: el boxeo.
Nataly tiene 17 años y cursa del 5.° año del Colegio Secundario La Peña en Veraguas.
Cuenta que incursionó en esta disciplina hace un año, gracias a su hermano, el también boxeador Juan Delgado.
“Desde chica acompañaba a Juan a sus entrenamientos, un día me puse sus guantes y empecé a hacer lo que él hacia y desde entonces no he parado”, narró Delgado.
Como en todo los inicios, no faltan las críticas, pero Nataly cuenta con el apoyo de su familia y ha confesado que “cuando te gusta algo, debes seguir hacia adelante y no detenerte por lo que los demás piensen u opinen de ti, quién dijo que porque una es mujer no puede ser boxeadora”.
Por su parte, la boxeadora veragüense comentó que su incursión en el boxeo no se debe a la intención de querer imitar a los grandes boxeadores nacionales, sino al anhelo de seguir el camino de su hermano Juan.
Delgado posee un palmarés de 7 peleas, de las cuales en 6 ha salido victoriosa.
La veragüense tuvo una reciente participación en el torneo Guantes de Oro, en el que tuvo el placer de representar los colores de su provincia, sin embargo, en la ronda de semifinales no corrió con mucha suerte.
“Después que prevalezcan las ganas, seguiré mi camino con más fuerza, esta caída me sirve para aprender, no me detendré, quiero ser una gran boxeadora y con la ayuda de Dios y de mi entrenador José Atencio, sé que lo lograré”, atinó la púgil.