
Perdieron todos los enseres en el incendio.
Foto: EVERGTON LEMON
Perdieron todos los enseres en el incendio.
Foto: EVERGTON LEMON
Perdieron todos los enseres en el incendio.
Foto: EVERGTON LEMON
Perdieron todos los enseres en el incendio.
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Perdieron todos los enseres en el incendio.
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Perdieron todos los enseres en el incendio.
Foto: EVERGTON LEMON
Perdieron todos los enseres en el incendio.
Foto: EVERGTON LEMON
El siniestro se registró a eso de la 1:00 a.m., cuando Marlenys y sus vecinos estaban reunidos celebrando el Día de la Madre; todo parecía perfecto, los niños dormían junto a su abuelo, a dos casas del encuentro ameno, pero al parecer, un corto circuito alteró la tranquilidad, fue entonces cuando las llamas se apoderaron de la casa de Marlenys, su hija más pequeña dio la voz de alerta y su hijo mayor salió ileso, al igual que otros dos sobrinos.
Maryorie, de nueve años, era asmática y estaba semi-inconsciente en una esquina del cuarto, atrapada y sin fuerzas mientras el fuego se apoderaba de su cuerpo; ella miraba con tristeza a su tía mientras ésta trataba de salvarla, pero fue en vano, murió calcinada frente a los ojos de su impotente pariente.
Mientras tanto, el hermano de Maryorie, Bryan, de seis años, estaba en la cama con la piel toda quemada, pero su tía lo jaló y lo tapó con una manta, salvándole la vida; el niño está recluido en cuidados intensivos del Hospital del Niño con quemaduras de segundo y tercer grado.
Sueño por cumplir
Maryorie era una niña muy risueña y dedicada a su escuela, cursaba el cuarto grado de la escuela Valle de Urracá. Ayer, como lo hacían cada año, iría junto a su mamá y demás familiares a Capira para llevarle flores a la tumba de su abuela. Como cosa del destino, la Biblia que la pequeña utilizó hace un mes en su primera comunión y que leía diariamente, quedó intacta a su lado.