Moradores de Santa Marta temen salir de sus casas, pues ante la falta de aceras, tienen que correr el riesgo de caminar por las estrechas calles, donde pasan buses y camiones.
Sumado a la falta de aceras, los montes desbordan las zanjas, obligando a los peatones a desplazarse por el medio de la calle.
PELIGRO LATENTE
La situación se hace más crítica, porque a sólo metros de la parada de los buses de Santa Librada, se encuentra la Escuela Primaria de Santa Marta, donde decenas de niños salen a horas del medio día, camino a su casa, encontrándose en el camino con autos y buses de esa ruta.
Moradores y padres de familia exigen que se construyan aceras, se limpie la maleza, y mejoren las veredas y caminos, pues todo peatón corre el riesgo de ser atropellado por los diablos rojos, o cualquier otro vehículo. Igualmente sostienen que las malezas pueden prestarse para la cría de mosquitos o para asaltos en las noches.
NO HAY ACERAS
Y para colmo cerca de la piquera de los buses de Santa Librada hay una escuela primaria.
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