El aguacero no fue obstáculo para tanta alegría. Andrea Madrid es madre de cinco hijos y se ha enfrentado a una vida de carencias. Su casa, mejor dicho su refugio, eran unas cuantas hojas de zinc oxidadas en Río Congo de La Chorrera. Ella nos recibió con los ojos llenos de lágrimas y casi sin poder expresar su agradecimiento por el nuevo hogar que pronto recibiría.
Andrea reside en el área de Río Congo en La Chorrera con sus hijos, a quienes ha tratado de sacar adelante, a pesar de que está desempleada. Los constantes problemas la llevaron a apegarse a la Iglesia.
Sus plegarias, como ella misma dice, tocaron el corazón de Cemento Panamá y el Ministerio de Vivienda, entre otras empresas e instituciones, quienes unieron esfuerzos para hacer realidad su sueño de tener su propia casa.
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