Aunque sólo el uno por ciento (1%) de los niños que nacen en el Hospital Nicolás Solano de La Chorrera requieren de tratamiento de fototerapia para reducir los niveles de bilirrubina, el equipo en la sala de neonatología escasea. Sin embargo, luego de varias actividades realizadas por una ONG fue posible recaudar los fondos para comprar de lámparas de fototerapia y monitores de signos vitales, brindando una esperanza de vida a muchos niños.