Trabajar duro, disciplina, sacrificio y mucho esfuerzo es la tónica para regar esa flor de barrio que quiere ser alguien en la vida.
Así lo dejó ver ayer ante una muchachada el jugador de las Grandes Ligas Manuel Acosta, de los Bravos de Atlanta.
El colonense cumplió una promesa hecha a su amigo Jorge Cortez (jugador de la selección nacional) y visitó la liguita infantil que se desarrolla en el campo de juegos de la Escuela Guillermo Andreve, de Arraiján cabecera.
"Hay muchos sacrificios en la vida, no es fácil llegar a las Grandes Ligas, pero para todo hay que sacrificarse y entregarse de lleno a lo que uno quiere", explicó el relevista Manny Acosta.
El béisbol le ha abierto las puertas al triunfo al derecho colonense. "Gracias al béisbol y mi esfuerzo logré mis sueños y metas, pero llegar a las mayores no lo es todo, lo más importante es mantenerse", sostuvo.
Decenas de niños vivieron el día de sus sueños con la presencia de un grandes ligas en su propio terreno de juegos.
QUINTO ABRIDOR
Manuel Acosta habló ayer de la posibilidad que hay para que sea el quinto abridor de los Bravos en el 2008.
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