
Moler la caña es algo que lo entretiene.
Foto: LEYNIS CEDE?
Moler la caña es algo que lo entretiene.
Foto: LEYNIS CEDE?
Moler la caña es algo que lo entretiene.
Foto: LEYNIS CEDE?
Procura tener su trapiche limpiecito.
El jugo de caña es muy buscado entre los transeúntes de la peatonal.
Trae la caña de Chiriquí.
Uno de sus sobrinos lo ayuda en el negocio.
Moler la caña es algo que lo entretiene.
Foto: LEYNIS CEDEÑO
Procura tener su trapiche limpiecito.
El jugo de caña es muy buscado entre los transeúntes de la peatonal.
Trae la caña de Chiriquí.
Uno de sus sobrinos lo ayuda en el negocio.
Moler la caña es algo que lo entretiene.
Foto: LEYNIS CEDEÑO
Procura tener su trapiche limpiecito.
El jugo de caña es muy buscado entre los transeúntes de la peatonal.
Trae la caña de Chiriquí.
Uno de sus sobrinos lo ayuda en el negocio.
Moler la caña es algo que lo entretiene.
Foto: LEYNIS CEDEÑO
Procura tener su trapiche limpiecito.
El jugo de caña es muy buscado entre los transeúntes de la peatonal.
Trae la caña de Chiriquí.
Uno de sus sobrinos lo ayuda en el negocio.
Moler la caña es algo que lo entretiene.
Foto: LEYNIS CEDEÑO
Procura tener su trapiche limpiecito.
El jugo de caña es muy buscado entre los transeúntes de la peatonal.
Trae la caña de Chiriquí.
Uno de sus sobrinos lo ayuda en el negocio.
Este trapiche, cuenta el señor Gil, fue exportado de Brasil y procura todas las semanas traer la caña desde Chiriquí para tenerle a su clientela todos los días un delicioso vaso de jugo de caña.
Para él el dinero está difícil de conseguir, la plata de la pensión no alcanza y cuando va al súper todo está caro, es por eso por lo que decidió buscar la manera de ganar el “dinerito” por otro lado.
El señor Gil se coloca todos los días en La Peatonal, donde ya las personas conocen de su puesto y acuden hasta él a comprarle un rico vaso de jugo de caña.
Precios módicos
Él vende el vaso de este buscado refresco a 25 y 50 centavos y si es de la preferencia de los clientes se le puedes colocar un poco de limón para que su sabor varíe.
En este negocio lo ayuda un sobrino, quien es el encargado de servir la bebida o de cobrar, puesto que es peligroso moler la caña y cobrar, porque te puedes golpear tus manos con el trapiche, dijo Gil.
Según este pequeño comerciante, los días más difíciles son los miércoles de loterías y los días lluviosos, puesto que las personas prefieren comprar lotería o simplemente cuando llueve las personas no salen a la calle.
Este hombre les expresó a todas aquellas personas que sí hay trabajo en nuestro país, simplemente hay que crear la idea de tu propio negocio y buscar la manera para hacerlo realidad.