Si bien en los casos de inundaciones recientes las pérdidas fueron más que todo materiales, es importante tomar en cuenta que las condiciones de vida después de un desastre con frecuencia incrementan la transmisión de enfermedades infecciosas.
El personal de salud debe enfatizar en la prevención de diarreas, enfermedades respiratorias y las transmitidas por vectores (dengue, malaria).
Se deben evaluar las circunstancias que agravaron el siniestro: localización de las viviendas (cerca de quebradas o ríos), tipo de viviendas y materiales empleados en su construcción, etc.
Se deben establecer medidas orientadas a apoyar a las comunidades afectadas.
Todos debemos contribuir de alguna manera y aportar nuestro grano de arena: entidades gubernamentales y no gubernamentales, sociedades civiles, población en general. Debemos poner en práctica nuestro sentido humanitario y de solidaridad y estar alertas y prevenidos ante desastres futuros.
Medidas
Las medidas sanitarias prioritarias incluyen:
Proveer agua potable segura.
Controlar las excretas humanas.
Proveer el abastecimiento de alimentos.
Controlar los vectores.
Proveer refugio seguro.
¿Qué hacer?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), un desastre es un evento por lo general súbito e inesperado, que provoca muertes y profundas alteraciones entre las personas y los objetos afectados, perjudica la salud de la población, causa destrucción o pérdida de los bienes de la comunidad y/o daños graves al medio ambiente.
Los desastres naturales se subdividen en dos categorías:
· Causados por las fuerzas naturales.
· Causados por el hombre.
Dentro de los desastres naturales están los huracanes, tornados, avalanchas, terremotos, sequías y las inundaciones, como las que recientemente han azotado a nuestro país.
En este caso, las inundaciones afectan a las comunidades de diferentes maneras. Representan una amenaza para la salud pública por varias razones: Pueden causar una cantidad inesperada de muertes, lesiones o enfermedades a la comunidad afectada, aumentan el riesgo de enfermedades transmisibles y peligros ambientales, pueden afectar el comportamiento psicológico y social de la comunidad, pueden causar escasez de alimentos con consecuencias nutricionales graves, pueden generar desplazamientos de población.
En este tipo de siniestro, los más afectados y vulnerables son los niños (as), ancianos, embarazadas, madres que lactan y discapacitados.
Las medidas fundamentales de asistencia posterior a un desastre incluyen:
1. Evaluar rápidamente la situación de emergencia y la población afectada.
2. Proveer refugio y ropa adecuada.
3. Suplir alimentos adecuados.
4. Proveer servicios sanitarios elementales y agua segura.
5. Instituir un programa de control de diarrea.
6. Verificar esquemas de vacunación.
7. Restablecer y mejorar la atención médica primaria.
8. Establecer sistemas de vigilancia de enfermedades y de información sanitaria.
9. Organizar los recursos humanos.