Las fincas bananeras de Divalá se han convertido en una bomba de tiempo que no soporta un paro más, ni una acción de protesta que afecte el desarrollo de estas cuatro organizaciones de producción.

Todos los problemas que iniciaron en los mercados internacionales hace más de cinco años, con la disminución en los precios han repercutido y hoy se hacen evidentes en este sector.

Como consecuencia de ello y haciendo frente a los muchos inconvenientes, y a pesar de las adversidades, la finca Santa Cecilia sigue en pie; sin embargo, su administradora, Carmen de Cuevas, aseguró que ésta no soportaría una huelga más, pues sería el traste para el banano de Divalá.

La semana pasada, obreros agremiados en el sindicato de trabajadores amenazaron y dieron un tiempo para que los productores que están en mora cancelen el último 25% del pasivo laboral que se les adeuda desde el pasado mes de abril.

"Si se presenta otro conflicto laboral, lo lógico es que toda la zona esté afectada", dijo Cuevas, quien señaló que esta finca se ha mantenido en pie empleando a unos 110 obreros.