HISTORIAS
Rueda, lentamente

Redacción | DIAaDIA

Había una vez una rueda a la que le faltaba un pedazo. La rueda quería estar completa, sin que le faltara nada, así que fue a buscar el pedazo que le faltaba, pero como estaba incompleta y sólo podía rodar muy despacio, tuvo tiempo para ver las flores, los árboles y disfrutar de los rayos del sol. Encontró muchos pedazos en el camino, pero ninguno le quedaba, así que siguió su rumbo.

Un día encontró un pedazo que le quedaba perfectamente, entonces se puso muy contenta, pues ya estaba completa, ya no le faltaba nada y empezó a rodar con mucha rapidez.

Rodaba tan rápido, que no veía las flores, ni los árboles, ni disfrutaba de los rayos del sol. Cuando se dio cuenta de lo diferente que era el mundo al rodar tan de prisa se detuvo, dejó en la orilla del camino el pedazo que había encontrado... y se fue rodando lentamente.

Cuando aceptamos que la imperfección es parte de nosotros mismos y sigamos rodando por la vida sin renunciar a disfrutarla, habremos alcanzado una integridad a la que otros sólo aspiran.

Dios no nos pide que seamos perfectos, ni que nunca cometamos errores, sino que seamos íntegros.

Si tenemos suficiente valor para el amor, la compasión, para perdonar, para tener generosidad, para alegrarnos con la felicidad de los demás, y sabiduría para reconocer que hay amor de sobra para todo el mundo, entonces estaremos completos y aunque nos falte un pedazo, estaremos felices de ver todo lo que tenemos.

Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2006 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados