En unas andas adornadas con flores blancas estaba la imagen de la Virgen de Guadalupe, a la que ayer cientos de devotos panameños llevaron flores, velas y oraron a sus pies para pedir milagros.

La Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, en Calle 50, se quedó chica, porque los guadalupanos festejaron por partida doble, una, las patronales, y los 40 años de ser consagrada la iglesia como templo parroquial en la unidad cristiana.

Sentada en las últimas sillas de la parroquia estaba Yamileth Escobar, quien en ferviente oración daba las gracias a la Virgen porque se solucionó un problema que tenía su novio.

"La verdad que empecé a creer en la Virgen por medio de mi novio, que es mexicano, y desde entonces siempre le pido salud y que me ayude en mis problemas", expresó Escobar.

Jaime Enrique Barrera, presbítero, dijo que es bueno ver que el pueblo panameño, a pesar de que se enfrenta a épocas difíciles, se acuerda de asistir a misa y busca a Dios. "No debemos ser pesimistas de decir que las personas no acuden a misa, porque lo que necesitan es orientación para encontrar al Padre Celestial", expresó Barrera.

Al final de la misa de las 11:00 a.m., los feligreses pudieron disfrutar y a la vez lloraron de emoción cuando unos mariachis tocaron serenatas en honor a la Virgen, entre las que corearon "Las Mañanitas" y aplaudieron a la "Lupita".

En la tarde rezaron el Santo Rosario, se efectuó la misa y posteriormente la procesión alrededor de la parroquia.

Lo mismo ocurrió en diversas parroquias del país.