La Policía Técnica Judicial (PTJ) encontró varios números telefónicos entre los restos calcinados del individuo hallado el pasado sábado en el distrito de Arraiján, determinándose además que éste fue ejecutado de un disparo en el lado derecho de la cabeza.

El cuerpo del sujeto de raza negra fue envuelto en plástico, según explicó el inspector Wilfredo Hurtado, jefe de Investigaciones de la PTJ; además de presentar evidencia de haber sido torturado en vida.

Según el inspector Hurtado, se intentará identificar el cuerpo a través de las huellas digitales tomadas de una de las manos del sujeto, las cuales, por estar con el puño cerrado, no se quemaron.

Los resultados que se obtengan serán comparados con la descripción de una persona reportada como desaparecida en el sector de San Miguelito, luego que se descartara fuera un ciudadano que días atrás había sido golpeado dentro de su residencia en el área de Burunga de Arraiján.

Se presume, además, que el acelerante utilizado para la quema del cuerpo podría ser queroseno.

El disparo en la cabeza atravesó todo el cráneo y hay un orificio de salida. Es evidente que lo quemaron para borrar las evidencias. Lo quemaron en otro lado y luego lo lanzaron donde fue encontrado.