Cada quien conoce sus virtudes y defectos, un ejemplo claro es Sarah Jessica Parker. La reconocida actriz, quien interpretaba a Carrie Bradshaw, ha reconocido ser una persona de mal carácter. Sarah confesó en una entrevista: "Soy muy irritable e iracunda, intolerante y me frustro con rapidez, pero no cuando hay gente delante, ahí trato de ser amable. Eso sí, hay veces que naturalmente no lo consigo". Mientras tanto, Parker está promocionando su última película: "La joya de la familia", así como el último perfume de su colección.
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