Puede parecer fácil poner unas bolas o lazos en un arbolito, pero la cosa no es tan simple. Si no me creen, entonces pregúntenle a Carlos Hernández, un experto en el tema.

Conocimos a Carlos por casualidad y su arte es toda una sorpresa.

UNA DECADA DECORANDO

Desde hace cuatro años, Carlos se encarga de la decoración de las Aldeas Navideñas Gago, donde tiene 4 años laborando. Sin embargo, sus dotes artísticos tienen 10 años causando conmoción.

Cuenta Carlos que desde pequeño era quien se encargaba de poner el arbolito en su casa.

DE CONSTRUCTOR A DECORADOR

Recuerda que mientras estuvo en el Instituto Angel Rubio, donde estudiaba bachiller en construcción, siempre lo buscaban para hacer los murales. Cuando había reinado era él quien se encargaba de la escenografía, de las coreografías y demás. Su objetivo era estudiar construcción, para optar por al carrera de dibujo técnico.

UN PROFESIONAL SIN TITULO

Sin embargo, eso sólo se quedó en proyecto, puesto que Carlos no asistió a la universidad, es más, hoy no cuenta con un título de decorador o algo similar. Pero es consciente que no fue fácil llegar a donde está. Confiesa que empezó en los almacenes, primero barriendo, luego de vendedor y después encargado de las vitrinas y de la exhibición de la mercancía.

EL TOQUE DE SUERTE

En todo ese trayecto, Carlos conoció al decorador Rolando Domingo, con quien trabajó cuatro años. Después se independizó e hizo sus propios contactos. Ahora Carlos Hernández tiene sus clientes, es más, cada Navidad se encarga de decorar, mínimo siete casas. Para él, decorar es su mayor inspiración, porque en ella descarga toda su creatividad y pasión.

NO HAY PRECIO

Aclara Carlos que toda decoración va a depender de lo que quiere el cliente y de lo que se tenga que hacer.