Desconocen el porqué. Aún nervioso por el hallazgo, el señor Cristian Asprilla contó a DIAaDIA cómo fue que descubrió que su compañero se había quitado la vida.

Eran cerca de las 4: 00 a.m. de ayer, cuando el guardia de seguridad de la empresa Vigilancia Especial llegó a su puesto de trabajo en la garita de la Escuela Las Esclavas, en Clayton, para relevar a Juan Rudas.

"Lo llamé y lo llamé, pero no me contestó", dijo el señor, quien por medio de la cerca vio el orificio de un impacto de bala en la ventana de vidrio de la garita.

Preocupado, Asprilla saltó el portón de la escuela y al asomarse a la garita vio a su compañero en medio de un charco de sangre y a su lado el revólver calibre 38 que utilizaba para trabajar. "Nosotros tenemos un radio con el que podemos llamar a la Policía, ellos llegaron de inmediato", aseguró el seguridad, quien confirmó que Rudas tenía todas sus pertenencias encima y que el balazo se lo dio en la boca y le salió por la parte trasera de la cabeza.

"Por lo menos a mí nunca me dijo si tenía algún problema", dijo en tono preocupante el seguridad, quien aún tenía pequeñas manchas de sangre en su camisa.

Rudas tenía unos tres años de laborar como guardia de seguridad.