El proceso electoral presidencial y legislativo empezó en noviembre de 2010 y terminó en marzo de este año a causa de varios problemas administrativos y, sobre todo, políticos, que causaron momentos de fuerte tensión y violencia.Despu
és de disturbios que dejaron al menos un muerto y varios heridos, debido a los cuestionados resultados preliminares, la OEA analizó el proceso, lo que llevó a descartar al candidato oficialista, Jude Celestin, para la segunda vuelta de los comicios y a colocar en su lugar al que ahora es presidente, Michel Martelly, un ex cantante sin experiencia de Estado.Martelly se alzó en la segunda vuelta con el 67,57% de los votos frente al 31,74% de su oponente, la ex primera dama Mirlande Manigat, quien había ganado la primera vuelta.El nivel de participaci
ón en las elecciones fue de poco más de un millón de electores frente a los 4,5 millones aptos para votar.Las elecciones también permitieron renovar un tercio del Senado, de 30 miembros, y los 99 escaños de la Cámara de Diputados.Martelly tom
ó posesión del cargo el 14 de mayo, pero tardó cinco meses en formar Gobierno por divergencias con los legisladores, lo que causó preocupación dentro de la comunidad internacional, que impulsa el plan de reconstrucción de la nación a raíz del terremoto de enero de 2010 que dejó más de 300.000 muertos y 1,2 millones de damnificados.Esto se debió a que el presidente no cuenta con mayoría en el Parlamento, donde son las fuerzas afines a su antecesor, René Préval, las que tienen el control.En octubre pasado el gobernante logr
ó que los legisladores aprobaran el nombramiento del médico Garry Conille, de 45 años, como nuevo jefe del Gobierno, tras el rechazo de las candidaturas de Daniel Rouzier y Bernard Gousse.Conille, quien fue asesor del ex presidente estadounidense Bill Clinton, enviado especial de la ONU para Haití, asumió oficialmente el cargo el 18 de octubre y prometió el "renacimiento" para el deprimido país, al tiempo que invitó a sus compatriotas a que mantengan "la fe en el futuro". A pesar de la promesa de un cambio por parte del gobierno, los planes no han empezado a concretarse y el gobierno no dispone aún de un documento oficial de su programa de trabajo.