Iluminación

Redacción | DIAaDIA

Estando a punto de graduarme de medicina, mi padre, quien también es médico y muy querido por sus pacientes (a quienes a veces no les cobra), me dijo que no me afanara tanto por el dinero, por los autos de marca ni las cosas materiales. Incluso, me dijo, cuando termine tu vida estarás más feliz por las vidas que salvaste, y no por tus propiedades.

Entonces me contó esta historia, que siempre he tenido como centro de mi práctica profesional. Mi padre me dijo: No hay iluminación individual. Todos los individuos se unen con el todo.

Buda llegó a la puerta del cielo. Por supuesto, le estaban esperando. Le abrieron la puerta, le dieron la bienvenida, pero él se volvió de espaldas, miró al mundo: millones de espíritus en el mismo camino, luchando con dolor, con angustia, luchando por alcanzar esa puerta del cielo y dicha.

El guardián de la puerta dijo: "Entra, por favor, te hemos estado esperando". Y Buda contestó: ¿Cómo puedo entrar cuando aún otros no han llegado? No parece ser el momento adecuado. ¿Cómo puedo entrar cuando la mayoría aún no ha entrado? Tendré que esperar. Es como si mi mano hubiera alcanzado la puerta, pero mis pies aún no hubieran llegado. La mano no puede entrar sola.

Se dice en esta historia que Buda aún está esperando. Tiene que esperar, nadie es una isla, formamos un continente, estamos juntos. Los individuos pueden avanzar un poco, eso es todo, pero siguen unidos al conjunto.

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