Por aspectos sanitarios y de salud, los indígenas que han hecho del patio trasero del hospital Regional Rafael Hernández su residencia en pequeños ranchos improvisados, deberán abandonarlos, pues no es lo más prudente por el bien de ellos y del nosocomio, indicó el director médico de este centro, Daniel Saldaña.

Ellos crearon improvisadamente el lugar, con el propósito de tener un área cerca donde permanecer cuando viajaban hasta la ciudad a visitar a algún familiar hospitalizado.

En el lugar no hay baños sanitarios, agua potable ni otros servicios básicos, lo cual es un riesgo para ellos mismos y para los pacientes que se mantienen en el hospital.

Saldaña dijo que tomando como base los antecedentes, no está de acuerdo con que ellos permanezcan en el lugar, por ello solicitó a las autoridades administrativas que tomen cartas en el asunto.

Por su parte, Víctor Jiménez, presidente de la Fundación Ngöbes Unidos y coordinador del albergue, fue claro en señalar que están de acuerdo en que el lugar no reúne las condiciones necesarias, pero advirtió que es preciso contar con un lugar donde pasar cuando tengan pacientes hospitalizados.

Quienes recurren a este lugar no cuentan con los recursos económicos para ocupar otro sitio y para alimentarse.