Adelaida Barrigón y Esther Lina Cáisamo son dos mujeres de Ipetí Chocó, quienes residen en el área del Bayano y han seguido al pie de la letra su tradición. Es por ello que confeccionan prendas con chaquiras y las canastas hechas con el material conocido como "chunga".

Con su labor, ambas aportan a sus respectivos hogares económicamente, pues aprovechan para vender en sus casas a los visitantes, aunque anhelan tener un punto fijo para ofrecer sus productos.

"Ese es nuestro sustento en las familias, ya que cuando vendemos, esto nos ayuda para mandar a nuestros hijos a la escuela", explicó Esther.

Desde chiquitas ellas aprendieron a tejer, pues es la tradición que la mujer se dedique a esa labor para apoyar en su casa, y más cuando son casos como el de Adelaida, que tiene ocho hijos y de Esther, que tiene tres.

"Ellos ven que nosotros ganamos la platita y cuando terminamos dicen: 'Mamá, yo también quiero aprender', dijo orgullosa la mujer mientras mostraba algunos de los collares que confeccionan y que desde pequeños les están enseñando a sus hijos a elaborar, quienes también venden en la escuela.

Pero no crean que estas mujeres sólo se dedican a la bisutería, pues ellas en sus comunidades son muy activas en el cuidado de la naturaleza, es por ello que tienen hortalizas y ahora hasta 500 pollitos que crían.

Ellas admitieron que se sienten contentas cuando llegan a sus casa y sus hijos empiezan a registrar en la bolsa para ver qué les llevaron, porque lograron vender sus productos. "Nos sentimos felices, porque con eso ayudamos a nuestros esposos".

"Las mujeres, aunque no sean indígenas, podemos hacer las artesanías, nosotras no nacimos sabiendo, pero podemos aprender y ser creativas, promoviendo el turismo para vender nuestras artesanías".