Pusieron en práctica sus dones. Bramley y Jean Carlo son dos jóvenes que nacieron para triunfar, pues el creador les regaló el don de dibujar y pintar y lo pusieron en práctica para hacer un negocio frutífero, que está ubicado en el centro Comercial La Gran Estación, y que lleva por nombre Prisma Tatoo.

De niño, Jean decoraba buses en miniatura y hacía dibujos y pintura, luego trabajó muchos años con Jimmy Tatoo, donde aprendió muchas técnicas que le sirven hoy para hacer prosperar su propio negocio.

Bramley, por su parte, comenzó con serigrafía y graffiti, cosas que eran más expresión artística de la calle, pintaba cuadros de cosas que le gustaban como las cómicas, entre otras cosas.

"Los tatuajes me llamaban mucho la atención desde niño y comencé a visitar los lugares donde los hacían para aprender, luego a ahorrar poco a poco hasta que compré mi primer kit profesional de tatoo y empecé ha desarrollarme como artista de los tatuajes", manifestó. Otra modalidad que hacen en Prisma Tatoo es el maquillaje permanente y según Barmley, sus mejores clientas son las señoras mayores que no quieren pasar mucho tiempo frente al espejo poniéndose maquillaje.

CUIDADOS

Para realizar estos trabajos Jean y Bramley tienen todos los cuidados, pues esterilizan todos los instrumentos después de haberlos lavado minuciosamente.

Además, las agujas son desechadas de manera que no representen peligro para nadie.

COSTO

Cada trabajo tiene un precio de acuerdo al tamaño y los colores que lleve el tatuaje. Una letra puede costar B/.10.00. El tatuaje más caro puede costar hasta B/. 500.00.