El ex Beatle Paul McCartney ajustó cuentas con su ex discográfica, EMI, con la que estuvo bajo contrato durante 45 años.
La empresa está paralizada y no tiene nuevas ideas, dijo el músico británico al diario Times.
"Todos en EMI se convirtieron en algo así como un mueble. Yo era un sofá. Coldplay, un sillón. Y Robbie Williams... No quiero ni saber qué era él", sostuvo.
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