La pintura fue su pasión desde muy pequeño. Escudriñó su carisma en el sector de la construcción y trabajó como seguridad, pero sentía un vacío.

Por casualidad de la vida, el señor Edison Delgado, siendo guardia de seguridad, le llegó la oportunidad de su vida: pintar.

Contó que todo esto fue casi mágico, pues cuando llamaron a la oficina de la agencia de seguridad para la que laboraba, él constestó el teléfono. Pedían un agente de seguridad para una mueblería y él recomendó a un amigo, pero no resultó.

Cuando el acudió a dicho local comercial, se interesó mucho en aprender más sobre la pintura y el barnizado en los muebles. Prueba de ello es que caló como el seguridad oficial de esa mueblería y al terminar su turno a las 5: 00 p.m. acostumbró a "chambear" unas horas de más.

Edison dijo que empezó pintando una mesita y una silla. Pasó seis años en esa condición hasta que lo contrataron y sin pensarlo soltó el arma de reglamento y su uniforme. Ya son 14 años dedicados a esta actividad y cada vez son más los sacrificios que hace.

Delgado contó que vive en Villa Cecilia de Pedregal. Desde allá se levanta a las 4: 00 a.m. aborda el bus a las 5: 00 a.m. y llega al trabajo en el taller Albayo, ubicado en Burunga de Arraiján, aproximadamente a las 7: 00 a.m.

Una vez el reloj marca las 5: 00 p.m. suspende labores y parte para su casa donde llega regularmente a las 8: 00 p.m. Ese es su rosario diario y no se da por vencido.

Relató que todo este esfuerzo lo hace por su hija Mayelis, de siete años, y su esposa Itzel.

De sus proyecciones futuras, sólo pidió fuerzas para seguir laborando y así ofrecerle una buena educación a su hija.

Fotos: JESÚS SIMMONS

INCREIBLE

La secretaria de aquella mueblería donde empezó a trabajar Edison Delgado es su jefa hoy día .