En algunas ocasiones, los niños que padecen algún tipo de discapacidad pueden utilizar los juguetes comercializados; pero, en muchas otras, la accesibilidad de materiales lúdicos para este tipo de niños es reducida o nula. Para que usted sepa cómo tiene que ser el juguete del niño, preste atención.
Para el desarrollo del juego de los niños con discapacidad, es de vital importancia que el diseño de los juguetes sea "para todos", de forma que niños con y sin discapacidad puedan utilizar los mismos juegos en similares condiciones. Es importante elegir juguetes versátiles que permitan varias formas de interacción y a los que se les puedan cambiar las reglas. Los materiales del juguete que utilicen niños y niñas mayores deben estar adecuados a su edad, aunque éstos se encuentren en una etapa de desarrollo anterior. Por ejemplo, si proporcionamos un centro de actividades de manipulación a un niño de 10 años con discapacidad motora, habrá que adaptar su tamaño y sus propuestas de juego a dicho niño. Seguramente, no nos servirá un centro de actividades de los que habitualmente usan los bebés. Es importante saber que hay unas normas de seguridad para la fabricación de los juguetes, por lo que debe asegurarse de que las adaptaciones que efectúe en los mismos no van a poner en peligro al infante. Por eso es importante consultar siempre con un especialista. Es imprescindible consultar con el pediatra o especialista médico correspondiente, en el caso de que el niño esté llevando a cabo algún programa de rehabilitación, puesto que este tipo de profesionales ayudará sin duda a valorar la adecuación de cada adaptación o propuesta de juego a la problemática de cada niño o niña en particular.
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