Hace varios meses, tenía dolor cuando tenía sexo vaginal con mi marido, una sensación de pesadez permanente y cuando me reía se me salía la orina.
Fui a mi médico general y él me refirió a ginecología, porque le parecía que tenía un prolapso de útero o que se me cayó el útero. ¿por qué me pasó eso?
Normalmente, el útero es sostenido por los tejidos conectivos de la pelvis y por músculos, como el pubococcígeo, y se mantiene en su posición por medio de ligamentos especiales. El prolapso uterino ocurre cuando los ligamentos, músculos y tejidos que sostienen al útero en la pared de la pelvis, se debilitan tanto que no pueden sostenerlo en su lugar. Entonces el útero se inclina de tal forma que puede oprimir la vejiga y llegar hasta la vagina ocasionando una sensación de opresión y mucha incomodidad a la mujer e incluso a la pareja durante el coito vaginal.
Además, de los síntomas que presentas puede haber la sensación de estar sentada en una bola pequeña, micción frecuente o necesidad urgente y repentina de vaciar la vejiga, dolores de espalda, protrusión del útero y el cuello uterino a través de la apertura vaginal (siendo visible como una bola que se asoma a la vagina), infecciones urinarias a repetición, sensación de pesadez o tracción en la pelvis, sangrado o aumento del flujo vaginal.
Entre sus causas están haber tenido uno o más partos vaginales, el envejecimiento normal, la falta de estrógenos después de la menopausia; y cualquier factor que ejerza presión sobre los músculos pélvicos, como la tos crónica, excesiva o prolongada, producida por enfermedades pulmonares, tales como la bronquitis crónica y el asma; la obesidad, el estreñimiento prolongado y el pujo asociado.
Muy excepcionalmente la caída del útero también se puede producir por un tumor pélvico.
El tratamiento, depende del grado de debilidad de los ligamentos, la edad, el estado de salud en general y sobre todo, de si se quiere todavía tener un embarazo o no. Los hay quirúrgicos y no quirúrgicos.
Se recomienda bajar de peso en mujeres con prolapso uterino que sean obesas.
Se debe evitar hacer esfuerzos y levantar objetos pesados, dado que esto puede empeorar los síntomas.
Entre las opciones no quirúrgicas de tratamiento están: Los ejercicios de Kegel, que ayudan a fortalecer los músculos de la pelvis y consisten en contraer los músculos pélvicos fuertemente como si se tratara de retener la orina.
Estos ejercicios deben hacerse cuatro veces al día en sesiones de 10 contracciones y relajamientos. El uso de estrógenos para evitar que se debiliten más los músculos y tejidos que sostienen al útero.
Esto debe estar bien controlado por el médico para evitar complicaciones de otros tipos. En ocasiones, se puede insertar un “pesario”, que es un dispositivo de goma que tiene la misma forma del diafragma anticonceptivo y se coloca alrededor del cuello uterino, para ayudar a sostener el útero.
Este procedimiento no es muy efectivo, ya que se puede soltar, causar irritación y molestias en las relaciones sexuales. Además se debe extraer regularmente para limpiarlo y evitar infecciones.
Mediante una cirugía se puede colocar en su lugar y contraer los músculos débiles sin extraer el útero (por vía vaginal o a través del abdomen por medio de laparoscopia).
Cuando el daño es severo, el útero sale por la vagina o los síntomas son inaguantables, en estos casos se recomienda la histerectomía,(extirpar el útero) y al sacar el útero la mujer no podrá tener hijos.