HISTORIAS

SIN PREJUICIOS


Redacci�n

S ucedi� que un presidiario de Darlington, Inglaterra, que acababa de ser puesto en libertad, se cruz� con el alcalde John Morel en la calle.

El hombre hab�a pasado tres largos a�os en la c�rcel por malversaci�n de fondos y estaba sumamente susceptible por el ostracismo social que esperaba recibir por parte de la gente de su pueblo.

��Qu� tal?�, lo salud� el alcalde alegremente. ��Qu� gusto verlo! �C�mo le va?� El hombre parec�a sentirse inc�modo y la conversaci�n termin� abruptamente.

A�os m�s tarde, por lo visto el alcalde Morel y el expresidiario volvieron a encontrarse por casualidad en otro pueblo, y este �ltimo le dijo:

�Quiero agradecerle lo que hizo por m� cuando sal� de la c�rcel�.

��Y qu� fue lo que hice?�, pregunt� el alcalde.

�Fue muy amable conmigo y eso transform� mi vida�, respondi� agradecido el hombre.

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