
La audición es un telerreceptor que hay que cuidar con mayor énfasis en estos tiempos, debido a la elevada contaminación acústica.
Antes de decidir hacer la compra, verifique que el artefacto no rebase los 85 decibelios, ya que podría afectar la audición del pequeño.
Los juguetes ruidosos pueden causar “graves daños” en los niños. Muchas veces, amparados en el éxito de producciones cinematográficas o televisivas, se fabrican juguetes que, en aras a darles una mayor similitud con los personajes de la pantalla, exceden los niveles permitidos. Preste atención a ese detalle y no se deje llevar por todo lo que ve. Usted es responsable de la salud auditiva de sus hijos.
Por lo antes expuesto, tome en cuenta que antes de elegir el juguete es importante verificar el nivel de ruido que emite, así como observar que cuente con un controlador de volumen; en caso de que el ruido sea mayor, es recomendable cubrir con una cinta la salida de sonido o el altavoz.
Al utilizar el juguete, verifique que dicho artefacto no obligue al niño a levantar la voz. De igual forma, cuide que los pequeños no acerquen el juguete al oído más de la cuenta. Estoy seguro que muchos padres le han regalado a sus hijos, cuando han sido pequeños, el típico juguete que repetía una o varias melodías, hasta la saciedad.
Existen juguetes que, por ruidosos que son, provocan verdaderas molestias y esto es lo que quiero remarcar, pues son muchos los que superan la peligrosa barrera de los 85 decibeles y pueden causar graves daños en los niños.
Pruébelo antes de comprarlo
Muchos juguetes tienen integrados una fuente de sonido con el fin de incentivar el aspecto lúdico del producto y en consecuencia, llamar la atención de los niños.
Desafortunadamente, se ha visto que muchos juguetes que tienen sonido pueden afectar la audición de los infantes, mermando así esta capacidad tan importante para el ser humano.
Los niños son muy sensibles a los sonidos altos o agudos. Lamentablemente, la pérdida de la audición de los daños del ruido es permanente y no es curable en la actualidad.
Ante tal situación, recomiendo que los padres evalúen los juguetes a comprar y en especial, el ruido que generan.
Para comprobar si el sonido puede afectar los oídos de los niños, es necesario que los padres sostengan el juguete al nivel de la oreja y escuchen el sonido que genera. Si el ruido produce dolor en los oídos, posiblemente afectará la audición de los niños.