
La Navidad, considerada como una de las más bellas épocas del año, en la cual debe reinar la paz y felicidad y ser motivo de alegría, en especial para los niños, puede convertirse en una amarga experiencia, si no tomamos las previsiones del caso. Nos referimos a los accidentes que suelen ocurrir para estas fechas.
El mes de diciembre debe representar para nosotros momento de reflexión, compartir con nuestros prójimos y familiares, momento de dar gracias a Dios por todas las bendiciones y dones recibidos durante el año; sin embargo, hoy en día es un mes convulsionado en el que las fiestas, cenas, compromisos sociales y arreglos del hogar ocupan el centro de atención, dejando de lado el más preciado tesoro que tenemos: nuestros hijos.
Es importante estar alerta y prevenir accidentes comunes que suelen ocurrir en esta época.
Si se tiene niños pequeños en casa, debemos ser más prácticos, dejando de lado el aspecto estético y perfeccionista. Se debe tener cuidado con los cables y conexiones utilizados en los arbolitos y ornamentos.
Hay que evitar objetos con punta, adornos de vidrio o manteles al alcance de ellos, ya que pueden ser halados y ocasionarles traumas. Se debe colocar protección a los tomacorrientes.
Entre los accidentes más temibles y motivo de visita al cuarto de urgencias, están las quemaduras.
En la cocina
En el hogar, evite que niños pequeños tengan acceso a la cocina mientras se esté cocinando. Frecuentemente pueden sufrir quemaduras al tocar la puerta del horno.
También hay que evitar dejar velas encendidas cuando haya niños en casa. Prohíbales la manipulación de bombitas y fuegos artificiales.
Otras medidas
Sean precavidos al abrir botellas de vino y champaña para que el corcho no esté dirigido hacia los ojos del menor, lo cual puede ocasionar serios traumas y afección de la visión.
No dejen al alcance de los niños sustancias utilizadas para pintar o de limpieza que pueden ser tóxicas si se ingieren accidentalmente.