Psicología

La TV y su gran influencia en sus hijos


Zoraida Costarelos / Estudiante de Psicología - Universidad de Panamá -

El poder de las imágenes es una de las mayores razones que hace que la televisión tenga mucha influencia sobre los seres humanos.

A partir de los 7 años, la televisión comienza a conformar en los niños una visión del mundo y una construcción moral sobre sí mismos. Un niño de 7 a 10 años de edad está realmente en un punto cognitivo donde pueden captar qué no es violencia real y pueden ver el humor en ello; no es alarmante para ellos. Mientras que a los 3 y 5 años de edad, no tienen ese desarrollo todavía.

Cabe recordar que los niños suelen ser incapaces de comprender los argumentos de estos programas, por lo que es necesario que tengan presente la orientación de los padres a la hora de ver televisión.

Lastimosamente, cuando los hijos ven televisión en sus cuartos, los padres quedan en desventaja y tienen menos control para vigilarlos. La mayoría de los adolescentes, la mitad de los preadolescentes y un cuarto de los más chiquitos tienen televisor en el dormitorio y pasan más horas frente a la pantalla, por lo que leen menos, hacen menos deporte y son más propensos a tener sobrepeso.

La programación violenta antes de la hora de dormir, puede influenciar negativamente en los sueños de nuestros hijos, creándoles pesadillas, temores y otro tipo de situaciones emocionales negativas, por el impacto que ocasionan las imágenes. Además, a la hora de levantarse para asistir a la escuela, suelen hacerlo con sensaciones de cansancio, ya que suelen despertarse durante la noche.

Recomendación

Los programas con alto contenido educativo ofrecen beneficios educativos y ayudan con el desarrollo de habilidades sociales (resolución cooperativa de problemas, la forma de negociar las cosas, aprenden empatía).

Vean los programas que ven sus hijos, saquen el televisor del dormitorio o apáguelo por lo menos 60 minutos antes de que el niño vaya a dormir.

Los preescolares no deben ver más de dos horas de televisión al día.

Vean las películas o videojuegos con sus hijos. Hablen de lo que les gusta y lo que no.