El “Businessman” no pudo librarse de un “Maromerito”, que conectaba buenos golpes en todos los asaltos, ya que se movía con rapidez y conectaba los mejores golpes arriba del ensogado.
Además, logró arrebatarle algo de suma importancia a Chávez, su atesorado invicto.
Al terminar los diez “rounds” pactados, los jueces deliberaron y mostraron sus tarjetas con puntajes 99-93, 99-93 y 95-95 a favor de “Maromerito”.
Este intercambio de metralla era una función interesante, ya que se estaban dando golpes los hijos de dos grandes boxeadores mexicanos: Jorge “Maromero” Páez y Julio César Chávez.