El veragüense Anel Herrera, residente en la barriada Las Palmeras de la ciudad de Santiago, desde hace 20 años, ha convertido su casa en un pesebre, lo cual es todo un espectáculo digno de admirar. Decenas de personas de diferentes partes de la provincia, sobre todo los niños, que llegan a apreciar este espectáculo quedan sorprendidos al observar la cantidad de adornos que tiene el pesebre.
Herrera señaló que su familia inició los arreglos del nacimiento a finales del mes de septiembre y aún le faltan detalles, pero las personas llegan a su casa a verlo desde hace varias semanas, lo cual lo hace sentir muy bien.
La casa en sí es transformada todos los años en un inmenso pesebre, a tal punto que se quedan sin espacio, por lo cual deben usar la terraza como dormitorio, puesto que todo el resto de la vivienda es parte de la instalación navideña.
La cocina y la sala ya no existen, los sanitarios son parte de un espectáculo en el que muchas personas no salen de su asombro al ver tantas luces y adornos alusivos a la natividad.