Fue más fácil de derribar que la casa de Mimbre en Calidonia, pues un solo halón de un camión la tiró al suelo. Se trata de la vivienda 1756, la cual fue derribada ayer en Calle 18 El Chorrillo y donde vivían 33 familias que fueron trasladas a la Estancia Amador, desde el domingo en la tarde.
Y mientras ocurría el desplome de ese caserón, las cinco mesas que estaban en la caseta del popular "Parque de los aburridos", no suspendieron labores.
Los jugadores que allí estaban sólo se cubrían la nariz por el polvo que emanó del colapso de esas tablas podridas, otros hasta abuchearon de alegría. A diferencia de los viejos caserones donde habitaban, los cuartos del albergue temporal, la Estancia Amador, tienen piso de mosaico en una estructura habitacional, toda de cemento.
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