
La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda la lactancia materna hasta los 2 años, pues es durante este período que los bebés necesitan más de este alimento para su óptimo crecimiento, desarrollo y para el funcionamiento de su organismo.
Amamantar durante esos primeros años de vida también es muy importante porque los bebés reciben una gran cantidad de biofactores que están contenidos en la leche como los nucléotidos, que benefician la inmunidad y sana digestión del infante; alfa-lactoalbúmina, responsable de mejorar la digestión; luteína, que promueve el desarrollo visual; y la DHA y AA (nutrientes importantes para la formación de tejido cerebral) que apoyan el desarrollo cerebral del infante, explica una nota de prensa de Pfizer Nutrition.
Como la leche materna es el mejor alimento para los bebés, es primordial que las mamás estén conscientes que cuando regresan a sus trabajos existe la posibilidad de seguir alimentando a sus hijos. Con buena planeación y apoyo, la mujer puede continuar con la lactancia, incluso después de regresar a trabajar.