Triste recuerdo


Cerrar!

Hoy Farallón es un sitio turístico. Hay hoteles, restaurantes y se construye un aeropuerto internacional para provincias centrales

  • Triste recuerdo

    Hoy Farallón es un sitio turístico. Hay hoteles, restaurantes y se construye un aeropuerto internacional para provincias centrales

  • Triste recuerdo

    Hoy Farallón es un sitio turístico. Hay hoteles, restaurantes y se construye un aeropuerto internacional para provincias centrales

  • Triste recuerdo

    Hoy Farallón es un sitio turístico. Hay hoteles, restaurantes y se construye un aeropuerto internacional para provincias centrales

  • Triste recuerdo

    Hoy Farallón es un sitio turístico. Hay hoteles, restaurantes y se construye un aeropuerto internacional para provincias centrales

  • Triste recuerdo

    Hoy Farallón es un sitio turístico. Hay hoteles, restaurantes y se construye un aeropuerto internacional para provincias centrales

Elena Valdez / Coclé - DIAaDIA

Hace 22 años Panamá sufrió la invasión del Ejército de Estados Unidos. Incluso Farallón y Río Hato no escaparon a esta tragedia, como lo llaman los antoneros, quienes aseguran que “no era necesario matar tanta gente inocente, que solo trabajaba y estudiaba”.

De lo que en ese entonces era la escuela de los conocidos “tomasitos”, Instituto Militar General Tomás Herrera, no queda nada. Solo recuerdos de los pobladores de Farallón y Río Hato que al pasar y ver el área hotelera señalan que allí estaba el mejor instituto.

El Instituto Militar Tomás Herrera, conocido como los “tomasitos”, era el centro de estudios fundado por Omar Torrijos en Farallón para formar a jóvenes en la milicia.

María Guerrero, residente en la comunidad y con más de 60 años de edad, aún recuerda el sonido de las bombas cuando se registró la invasión a Panamá.

Guerrero está un poco cansada, ya jubilada y hasta enferma, pero aún recuerda lo duro que la pasó junto a gente humilde e inocente en esos días. “Fueron días negros, muchos policías se escondían, los estudiantes del instituto militar, los que se salvaron, corrían por sus vidas. Nadie esperaba una invasión y esto no se puede olvidar”, dijo como mucho pesar.

Por su parte, Joaquín Torrero, pescador de Farallón, también recuerda con tristeza la invasión y asegura que era innecesaria, pues si Estados Unidos querían al general, podían

atraparlo sin necesidad de matar gente que nada tenía que ver.

Muchos abuelos faralloneros recuerdan la triste historia y ni siquiera quisieron mencionarla, pues sienten temor por lo que actualmente pasa con la llegada del que aún consideran el general, y aseguran que en Farallón y Río Hato se vivió una invasión injusta y ahora solo quedan escombros, ruinas y recuerdos de una tragedia que se pudo evitar.

 
suscripciones