
Hoy, martes 20 de diciembre se cumplen 22 años de unos de los hechos que más dolor a causado en la historia panameña: La invasión de Estados Unidos a Panamá.
Más de mil personas perdieron la vida durante los primeros días de la Invasión en diciembre de 1989, civiles, miembros del Batallón de la dignidad y militares estadounidenses derramaron litros de sangre en las calles de la ciudad de Panamá.
Las millares de lágrimas en los rostros de familiares y colegas de los fallecidos no se hicieron esperar.
Proteger la vida de los ciudadanos estadounidenses que residían en Panamá, defender la democracia y los derechos humanos en Panamá, detener a Noriega para enfrentar delitos de tráfico de drogas y respaldar el cumplimiento del Tratado Torrijos-Carter fueron algunas de las razones por las cuales las tropas estadounidenses llevaron a cabo la operación Causa Justa o mejor conocida como Invasión según el en ese entonces presidente de ese país, George Bush.
Comienzos
Muchos fueron los intentos de bajar a Noriega del poder, a principios de su dictadura miembros del senado de los Estados Unidos querían sacarlo del mando; sin embargo en director de la CIA lo consideró poco conveniente ya que el Tony le sería de gran apoyo. Cabe destacar que esta defensa se da ya que se le vinculaba con la Agencia Central de Inteligencia de dicho país americano.
Poco a poco las acciones del general fueron criticadas por muchos opositores que lo ligaban fuertemente con el narcotráfico y tenencia ilegal de armas. En estados Unidos no fue la excepción; pero previo a esto en 1984 Noriega tomó una decisión que debilitó las relaciones de Panamá con ese país y fue la de cerrar la escuela de las Américas que operaba en suelo istmeño y que preparaba a militares de varios puntos de América Latina.
En 1986 después del asesinato de Hugo Spadafora, el senador de los Estados Unidos Jesse Helms publicó en el diario The New York Times que Noriega estaba vinculado con la muerte de Omar Torrijos, con el fraude en las elecciones de 1984.
Gracias a esto y a las constantes denuncias y acusaciones de sus opositores, Estados –unidos logro dar un avance en su lucha contra el general, aprobando una resolución en la que se le solicitaría una disminución en su puesto mientras se hacían las respectivas investigaciones.
Dos años más tarde el 4 de febrero de 1988 un gran jurado de Miami le acusó de ayudar al colombiano para que ingresara dinero a Estado Unidos y por permitir que se blanquera dinero en los bancos de Panamá. Esto ocasionó el bloqueo en las salidas de dinero lo que acrecentó más la crisis política.
Finalmente dos días antes de la invasión americana a Panamá, un soldad estadounidense fue asesinado por unidades de las Fuerzas de Defensa, siendo esto el detonante para lo que sería la guerra jamás antes vista en la República de Panamá.
Bombas, bombas y más bombas
Era la madrugada de 20 de diciembre de 1989 cuando miles de familias en la ciudad capital escuchaban los estruendos a causa de las bombas arrojadas por los militares americanos en las bases de la Fuerza de Defensa de Panamá, el objetivo era desestabilizar la guardia panameña para que de esta manera se diera con el paradero de Manuel Antonio Noriega.
La parte americana tenía todas las de ganar, contaba con 26 unidades especiales, mientras que por parte de las Fuerzas de Defensa solo había 12 mil. Además de los equipos con los que contaban era los más modernos de en ese entonces. La parte más afectada fue El Chorrillo en donde estaba ubicado el cuartel central de las Fuerzas de Defensa y las oficinas de Manuel Antonio Noriega, quien en los primeros días se escondió en la casa de su supuesta amante Vicky Amado, pero el 24 de diciembre se trasladado a la Nunciatura Apostólica en donde solicitó alojo temporal.
Estrategia psicológica
Cuando los militares norteamericanos se enteraron que Noriegas estaba en la Nunciatura, colocaron bocinas afuera del recinto colocando fuerte canciones de heavy metal a fin de alterar la tranquilidad del general y de los que estaban con el.
Finalmente el 3 de enero de 1999 Manuel Antonio Noriega decidió entregarse siendo llevado inmediatamente a una prisión en Miami.
Daños
Días después de la invasión, las calles estaban completamente destrozadas y varis establecimientos que habían sido foco de bombas fueron saqueados y robados. Al final cerca de 26 mil personas perdieron parte de sus bienes y enseres.
La economía poco a poco fue restableciéndose y Guillermo Endara asumió la presidencia de la República de Panamá, en una base militar estadounidense.
Además de muertes se han registrados centenares de personas lisiadas a causa de los enfrentamientos, muchos de ellos no pertenecían a ningún bando político